viernes, 18 de marzo de 2011

El incendio. Liberto Soriano.


Comenzó en el monte sin saber como.

Las ardillas quedaron sin hogar.

Toda la gente se fue del lugar.

No quedó nada, ni un triste palomo.


El cielo tenía el color del plomo.

Las casas, se tuvieron que regar.

Al final lo pudieron apagar.

No lo imaginaban ni por asomo.


Antes, todo estaba lleno de vida.

Ahora todo es triste y aburrido.

La gente del pueblo estaba dolida.


Con el tiempo las cenizas se han ido.

El mal rato con los años se olvida.

Que no suceda más, es lo que pido.


1 comentario:

  1. Hola, soy Gabriel de 1ºE.
    El soneto me ha gustado. Todas las cosas que has dicho tienen que ver con el incendio, ya que todo lo que dices es real.

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