Todavía tú eras para mí ajena
cuando me miraste por vez primera
y descubrí la amistad verdadera
que me aligeró la profunda pena.
Tu rostro era de expresión serena
tu pelo como el sol en primavera
tu palabra muy buena consejera
y tus ojos como la luna llena.
Tus pestañas llegan a las estrellas
resaltándote tu dulce mirada
y tus dos perlas marrones y bellas.
Ahora me dejas desconsolada.
Amiga del alma te vas con ellas,
te vas con ellas feliz y encantada.
Me ha gustado el tema, pero podía haber puesto un frase así como de que no encontrarás a nadie que te quiera más que yo.
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